RESUMEN
La disponibilidad de agua en España se enfrenta a grandes retos. A una situación de escasez que ya es acusada en algunas cuencas, se unen la obligación de alcanzar unos objetivos ambientales exigentes y la esperable disminución de aportaciones a causa del cambio climático. Ante estos desafíos, los instrumentos de que dispone la administración hidráulica son limitados. En este trabajo se propone un nuevo instrumento económico que actuaría como una “red de seguridad” del resto de políticas del agua. Se trata de un esquema de línea base y crédito, que no se ha aplicado hasta ahora a la gestión cuantitativa del agua. Consiste en una reducción progresiva, global y homogénea de todas las asignaciones de agua, acompañada de un mecanismo de flexibilidad: un mercado voluntario de compraventa de volúmenes no captados (los “créditos de agua”). Este mercado vehicularía las inversiones hacia las acciones de ahorro o generación más eficientes. Este “comercio de ahorros” sería sustancialmente distinto a un “comercio de derechos” y se diseñaría para prevenir en origen los riesgos de externalidades negativas, tanto sociales como ambientales.